martes, 16 de mayo de 2023

La amistad se cultiva

 

Cuando un amigo se va queda un espacio vacío, que no lo puede llenar la llegada de otro amigo”. Así dice la hermosa canción que cantaba Alberto Cortez. Hoy reflexiono sobre esta canción y, pienso en todos esos amigos que he dejado en el camino. Todos han estado en mi vida en el momento correcto y perfecto. En el momento que el Señor decidió enviarlos a mi vida. ¿Por qué tenían que estar ahí? Solo Dios sabe, pero estoy segura de que fueron una bendición para mi vida. Hoy, doy gracias a aquellos que pasaron por mi vida dejando una huella. Como también agradezco a esos amigos que, hoy, están presentes. Ustedes dan color y alegría a mi vida.

Mis amigos son como hermanos que me ha regalado la vida. No son hermanos de sangre, pero nos une un lazo de fraternidad. Considero que la amistad implica complicidad, amor, respeto y perdón. La amistad pierde su autenticidad cuando no hay sinceridad y se ocultan verdades que, al descubrirse pueden quebrantar la amistad. 

En ocasiones, los amigos deben separarse y seguir el curso de vida. Separados a distancia y unidos en el amor. En este caso, los amigos son como almas gemelas que se encuentran, pero que su destino es seguir sus caminos separados. Esta es la mejor decisión para ellos porque, una vez juntos pueden causarse mucho daño.

Cualquiera que sea la relación de amistad que tengas con tus amigos, respeta, corresponde, ama y perdona. Recuerda siempre lo que nos dice Proverbios (18,24): “Hay compañeros que llevan a la ruina y hay amigos más apegados que un hermano”

En mi libro “Respondiendo al llamado de Dios, 40 reflexiones para descubrir tu misión de vida”, hablo sobre el valor de la amistad y como ha de cultivarse para que perdure para siempre. En mis días de soledad he encontrado en Dios ese amigo que nunca falla.


Ana Yaheli 

Ordénelo aquí👇👇👇 

https://editorialguipil.com/autora-ana-yaheli-sanchez-quesada/





No hay comentarios:

Publicar un comentario

“Otro año de unidad en La Caridad”

Foto: Nelber Gonzalez Nuevamente, como cada año, nuestra madre del cielo sale a visitar a sus hijos. Literalmente, Cachita, como la llamamos...